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jueves, 10 de junio de 2010

LO QUE NO SE DICE DE SUDAFRICA




LA PUYA EN EL OJO DUELE. 
Luis Pérez Guevara

Faltan apenas tres días para que suene el pitazo que dé inicio a la Copa del Mundo que se jugará por primera vez en África. La grandeza del deporte, en este caso especifico, del fútbol, es tan inconmensurable que todos, o casi todos, pasamos por alto que este es un continente muy pobre y que concretamente la República de Sudáfrica, es un país ubicado en su extremo meridional, cuyas  capitales son: Pretoria (administrativa), Bloemfontein (judicial) y Ciudad del Cabo (legislativa). Así mismo que este país es conocido por la diversidad de culturas y porque allí se hablan once idiomas los cuales son reconocidos como oficiales por su Constitución, siendo el inglés el quinto lenguaje más hablado del país de forma materna y el más común en la vida oficial y comercial sudafricana.
            Nadie le presta atención al hecho  de que el 79,5% de la población sudafricana es negra, que en el país convive una gran cantidad de comunidades étnicas que hablan diversas lenguas bantúes y que además cuenta con las mayores comunidades de habitantes caucásicos, indios y multirraciales del continente. Allá, donde se realizará el mundial, existen grandes desigualdades entre los distintos grupos sociales; mientras coexisten grupúsculos que atesoran inmensas fortunas, una cuarta parte de la población sudafricana se encuentra en total pobreza.
            Igualmente, muchos desconocen que en  1948, una vez que el Partido Nacional llegó al poder, se inició el sistema segregacionista y racista llamado apartheid, palabra que en Afrikaans significa "separación". Esta acepción la cumplieron a cabalidad, ya que se creó un vasto sistema jurídico y social para separar a las razas blanca y negra. Era privilegio, únicamente, para los blancos: el derecho al voto,  poder ausentarse o entrar al país cuando les viniese en ganas,  ganar más que un negro por el mismo trabajo. Se señalaba también que los negros tenían que vivir en zonas alejadas de los blancos y sus hijos debían estudiar en escuelas separadas de estos, y su educación debía ser limitada, entre otros aspectos.
            El mundial nos hace ver hacia Sudáfrica pero para saber en que ciudades están los estadios, pero no para enterarnos que este país se independizó de Gran Bretaña el 31 de mayo de 1961, fecha en que se declaró República. Así mismo que este sistema vejatorio y humillante que se impuso en él provocó repudio, rechazo e indignación en el mundo entero y que muchos países rompieron relaciones diplomáticas y comerciales con ellos,  lo que, como es lógico, generó un creciente aislamiento del gobierno sudafricano; y en el mundo deportivo también se sintió ese alejamiento al ser excluido de los Juegos Olímpicos, de las Copas Mundiales de fútbol, rugby y otras competencias internacionales.
            Cuando buscamos información referente al mundial, hurgamos sobre el calendario, los favoritos y los posibles batacazos, pero nunca sobre el aspecto político de ese país, del cual conocemos que el presidente Pieter Botha fue desplazado por Frederik De Klerk, y que éste inició el desmantelamiento del apartheid, lo que llevó a la liberación de Nelson Mandela quien se había convertido en un símbolo de la lucha contra ese sistema discriminatorio  dentro y fuera de su nación, y una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los hombres negros sudafricanos, pues estuvo  27 años en prisión. Ni tampoco nos interesamos en conocer que mediante un referéndum, en 1993, los blancos aceptaron otorgarle el derecho al voto a la mayoría negra, y al año siguiente, en 1994, se realizaron las primeras elecciones democráticas del país donde resultó ganador Nelson Mandela,  por mayoría absoluta, en representación del CNA, partido que se ha mantenido en el poder desde entonces, y que el aislamiento internacional que pesaba sobre el país concluyó.
Este  estado es el que recibe a la representación deportiva del mundo futbolístico, donde aún perviven muchas desigualdades, en el que, según cifras institucionales, la pobreza es del 50% y el desempleo asciende al 24%, números que, indudablemente, nos indican porque hay altos índices de inseguridad y para complemento de males, el 12% de la población tiene HIV  y el transporte público es una verdadera calamidad para aquella población.
           


Por todo esto, desde que la sede fue designada, en 2004, las dudas y los temores rondaron la organización del Mundial. Se temía que Sudáfrica fuera incapaz de construir cinco estadios y remodelar otros cinco. La crisis económica de 2008 acrecentó las especulaciones de que el torneo se mudaría a otro país, algo que finalmente no ocurrió y que Sudáfrica felizmente pudo cumplir con todas las exigencias de la FIFA.
            ¿Podrá el país organizador recuperar lo invertido? ¿Ayudará este mundial a resolver algunos de los ingentes problemas que acogotan a los anfitriones? Desde la óptica deportiva, por lo menos le van a quedar 10 estadios en inmejorables condiciones, pero, ¿Y el mantenimiento de esas infraestructuras no representará a la larga otra calamidad más para ese país? En cuanto a lo social, el transporte y la seguridad también fueron remozados ¿por el mundial nada más? No sabemos. Pero de lo que si estamos seguros es que de allá surgirá un nuevo campeón de la FIFA, que mucha gente se enterará que la ciudad más poblada es Johannesburgo; que su actual Presidente es Jacob Zuma; que su Superficie es de: 1.219.912 km² donde habitan aproximadamente 49.320.000 ciudadanos; que su Moneda es el Rand y que antes, durante y algunos días después de este evento la felicidad morará y cubrirá con su manto a esa porción territorial del globo terráqueo.
            A Propósito ¿Cuál es su equipo favorito? El mío me lo eliminaron en los entrenamientos, por lo que me limitaré a comentar lo que las imágenes y las letras me dejen. ¡Suerte!.